Buscar este blog

viernes, 2 de septiembre de 2011

Introducción


Durante muchos siglos la ciencia de la Historia se ha ocupado de varios y distintos periodos con mayor o menor precisión, Uno de estos periodos sumamente interesante es el Medioevo, o también conocido como la Edad Media, en un principio la visión popular de este periodo de tiempo nos muestra un panorama lleno de misticismo, esoterismo, religiosidad en su máxima expresión y el fervor hacia la fe cristiana, si bien esto es solo una pequeña fracción de los acontecimientos que llevaron a los historiadores a considerar un periodo formal de la historia, podemos citar muchos otros acontecimientos a lo largo y ancho del globo que también están dentro de la edad media, por ejemplo; el surgimiento de las grandes civilizaciones en América, o la apasionante historia de samuráis y sus guerras en el Japón medieval, bien, esto es solo para brindar al lector una pequeña idea de que época estamos tratando en este humilde trabajo.

En este contexto histórico se desarrolló una serie de acontecimientos que con toda seguridad, repercutieron en la historia futura del cristianismo como doctrina y religión, por no mencionar las repercusiones que tuvo en el orden político, económico, social e intelectual y cosmológico del Orbe. Sí señores y señoras, estamos hablando de las ideologías y herejías, movimientos de carácter filosofal y religioso, los cuales en casi todos los casos (y digo “casi” porque en mi limitada investigación no encontré ninguno) contradictorio en alguno, varios o todos los dogmas y doctrinas impuestas por la joven Iglesia Católica Romana.

La cuestión que abordamos en este escrito es la siguiente: ¿Qué fueron las herejías?¿Quienes fueron considerados “herejes”?¿Qué motivos pudieron llevarlos a adoptar estas posiciones y defenderlas con tanto celo?¿Cual fue la postura de la Iglesia Católica hacia los considerados “herejes” o subversivos?¿Cuales podemos considerar movimientos herejes más importantes en el Medioevo?¿Cuales fueron las escuelas de pensamiento o ideologías surgidas en este periodo?¿Qué papel desempeñó la mujer en estas diferencias?¿A qué nos referimos con “disputas cristológicas”?; estos temas los tratamos con un punto de vista lo más neutral e imparcial que podemos, como es nuestra labor como futuros historiadores, “guardianes de la ciencia histórica”.

Tengo la necesidad de aclarar los motivos que me llevaron a realizar esta obra, en primer lugar, arrojar un poco de luz sobre un asunto histórico que si bien harta veces tratado, muy poco comprendido en profundidad, y muchas veces matizado por las creencias propias del investigador, por eso, nuestra principal motivación es establecer una especie de “revisionismo” partiendo de puntos de vista neutros y con la menor contaminación de creencias populares, o prejuicios religiosos o de otra índole, solo de esta manera me he propuesto presentar una obra generosa y fresca en la cual el lector halle un éxtasis intelectual con el cual aclarar muchos de sus puntos de vista sobre esta cuestión y aplicarlas en pro de su crecimiento individual como profesional y ser humano.


El autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario