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viernes, 2 de septiembre de 2011

CAPÍTULO III: Herejías “menores” en el Medioevo


LA CUESTIÓN JUDÍA

Los judíos en la Europa medieval son un caso especial, en algunas ocasiones ferozmente perseguidos, y en otras admitidos y tolerados, e incluso en algunos casos protegidos, luego de la diáspora judía, muchos judíos se asentaron en Europa, convivieron con los cristianos un tiempo de relativa paz, ya que con el avance de la economía cristiana, los mismos judíos se beneficiaron ya que la mayoría de ellos eran especialistas en comercio y economía, y los cristianos en cambio no, razón por la cual gozaron de una relativa vida buena en algunos aspectos con respecto a sus compañeros cristianos, una vida acomodada y bienes, inclusive le permitieron construir sinagogas, por ejemplo, en los tiempos de Carlomagno no fueron perseguidos ni tenidos muy en cuenta, ya que su número era relativamente bajo, alrededor de unos 4000 en tierras alemanas en el año 1000, número que subió a cerca de 20000 a finales del mismo siglo a consecuencia de la citada expansión económica.

Con este antecedente, luego el monarca Alfonso X el Sabio no permitió la construcción de más sinagogas, pero sí ordenó proteger las ya existentes, so pena de castigo si alguien ultrajase alguna. Ya que según el mismo rey, en dichos templos se adoraba al mismo dios de los cristianos, y por respeto al pasado de los cristianos como descendientes de judíos. Incluso hubo relaciones y debates entre clérigos de ambas religiones, sobre temas como las sagradas escrituras del antiguo testamento.

La extraña actitud de la iglesia hacia los judíos es algo notable, por ejemplo, no fueron llevados a juicio o ajusticiados, pero si fueron segregados en épocas posteriores a barrios específicos o guetos, fueron aplicadas leyes según las cuales los judíos tenían que llevar una prenda en la cabeza que les identificara como tales, so pena de azotarlos, se les prohibió convertir al judaísmo a los cristianos, bajo el castigo de pena de muerte a quien osase dicha ley.

La situación de los judíos más bien era la de libertad condicional sin pleno derecho de ciudadanía, con impuestos más altos y restricciones elevadas, si bien fueron tratados con relativo respeto y hasta protección, ya que según el pensamiento generalizado en la época, los judíos eran el recordatorio para los cristianos del pueblo que había matado a Jesús, y de ese modo no olvidar el sacrificio del maestro por la humanidad.

La situación cambió alrededor del año 1099, con la primera cruzada, el  papa Urbano II en el 1095 llamó a los guerreros de la cristiandad a liberar Tierra Santa de las manos musulmanas, los seguidores de Mahoma, debían recibir un castigo ejemplar por renegar de Jesucristo, por lo cual, los judíos, al ser responsables de la muerte del mismo, deberían recibir un castigo peor.

Este hecho propició una oleada de acontecimientos violentos hacia los judíos, luego se inventaron otros motivos, culpándolos de la peste negra en el 1321, o alrededor del 1200 los rumores de que ajusticiaban secretamente cristianos de la misma manera que murió Jesús en un supuesto ritual en el cual mostraban el castigo a los que quebrantaban la fe judía.

Un judío europeo Yosef Ha-Kohen, escribió varias obras en las cuales relataba las persecuciones, ultrajes, ajusticiamientos, expulsiones y conversiones forzadas de la cual fueron víctimas los judíos durante el Medioevo.

LAS PRÁCTICAS PAGANAS

Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, los estados germánicos adoptaron el cristianismo como religión oficial, pero las diferentes prácticas paganas persistieron hasta bien entrado el siglo X, ya que las clases gobernantes y las más altas practicaron el cristianismo, y las rurales y más bajas clases mantuvieron tradiciones paganas, eso sí, para no disgustar a los líderes mezclaron tradiciones, el rito a Odín o Freya si se vio seriamente mermado, a excepción de algunas tribus aisladas y remotas, en la clase campesina, los ritos y costumbres paganas menores persistieron más tiempo, por ejemplo, los campesinos creían que el consumo de lechuga aliviaba el insomnio, pero que perjudicaba la vitalidad y la vista, y para atenuar este efecto le agregaban apio.

Cuando los campesinos trabajaban la tierra cantaban y recitaban palabras mágicas para que estos fueran fértiles, era común consultar a magos y hechiceras, eso sí, la Iglesia se ocupó de que agregaran a los cánticos paganos oraciones cristianas, en un intento de que las masas pobres asimilen más rápido los ritos cristianizados.

En general, la difícil distinción entre paganos y cristianos a que llevó dicho procesó dificultó aun más su segregación en la sociedad o su caracterización como herejía, esto en parte propició el afianzamiento de la fe cristiana y fue matando los últimos vestigios del paganismo.


DE BRUJOS Y HECHICEROS

Derivados de las prácticas paganas y de difícil distinción de estas, se encontró en el Medioevo el fenómeno de la hechicería y la brujería, catalogados como actos demoniacos por la iglesia, fueron individuos aislados unos de otros sin mayor organización y de muy pocos adeptos, generalmente personas que utilizaban ciertos ritos, principalmente por encargo de “clientes” que acudían a estos para pedirles favores de índole espiritual, las brujas y los hechiceros, por lo general pobres e ignorantes, ejecutaban sus ritos y elaboraban pociones con fines netamente lucrativos, su importancia fue modesta, si bien, durante el periodo de los tribunales inquisitorios, fueron muchos los individuos que fueron acusados de estas prácticas, y los escritos de la época describen a las brujas con un retrato bastante parcial y exagerado que incluían misas negras, invocación de demonios, maleficios, e incluso el vuelo de las brujas en sus escobas o azadas, pasando a la posteridad el ícono del dibujo de la bruja montada en su escoba.

Este fenómeno no fue nunca catalogado como herejía, sino como satánico y aberrante, tan alejado de la cristiandad que simplemente se limitaron a acabar con cualquier pequeño brote de brujería, debido a que las prácticas de brujería y hechicería siempre fueron realizadas por grupos muy reducidos e individuos aislados, no tuvo mayor trascendencia durante este periodo, eso sí, la literatura de la época nos deja relatos que pueden ser tratados como fantásticos.


LA IGLESIA GNÓSTICA

Se trata de un movimiento ideológico, religioso y filosófico también conocido como gnosticismo, que tuvo su florecimiento en el siglo II de nuestra era, que influenció el entorno de distintas religiones.

Su nombre, deriva del vocablo griego “gnostikos” que significa “aprendido” y de “gnosis” que significa “conocimiento”.

El gnosticismo básicamente es un sistema de creencias religiosas y filosóficas que surgen de fuentes cristianas, helenísticas, hebreas y zoroastrianas.

Los gnósticos pregonaban que un dualismo primordial, influenciados quizás por Mani, y además afirmaban que la salvación se hallaba alcanzando el conocimiento primordial o gnosis.

La interpretación de los gnósticos hacia Jesús no fue la de un ser divino ni trinitario, si no que Jesús fue la encarnación de la divinidad.

El gnosticismo fue pagano en sus orígenes, luego de volverse un gnosticismo cristiano, gozó de cierto respeto entre los cristianos, hasta que fue catalogado como herejía. Una característica particular de dicho movimiento fue su carácter iniciático, ciertos secretos de la religión solo eran revelados a una élite de iniciados.

Si bien el gnosticismo fue definido como herejía, no se efectuaron persecuciones sistemáticas contra los gnósticos, quizás, debido justamente a su modus operandi secretista y hermético, que sirvió de protección a dicho movimiento.

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